Si algo define a nuestra agrupación, es el espíritu de superación, la pasión por la montaña y el compañerismo. Y no hay mejor prueba de ello que la experiencia que hemos vivido preparando y realizando la Ruta de las Fortalezas 2025 en Cartagena. Una aventura de 54 kilómetros que nos exigió, nos emocionó y, sobre todo, nos unió como grupo.

Preparativos para la Ruta de las Fortalezas: la aventura comienza en enero
Ya nada más comenzar enero, cuando muchos apenas están quitándose el polvo de las fiestas, Antonio y Jorge ya están en marcha. Con energía renovada y una idea fija en la cabeza, se lanzan a preparar la Ruta de las Fortalezas, esa exigente prueba que mezcla historia, paisaje y resistencia en partes iguales.
Pero no lo hacen solos. Su objetivo va más allá de superarse a sí mismos: quieren formar un grupo de socios dispuestos a compartir la experiencia, el esfuerzo y, por qué no, también las ampollas. Desde el primer momento, empiezan a organizar reuniones, intercambiar consejos y sumar voluntades.
La primera gran odisea no es correr los kilómetros… es conseguir dorsales. Con la alta demanda, hacerse con uno es casi una carrera en sí misma. A esto se suma la búsqueda de zapatillas adecuadas, calcetines técnicos y toda la parafernalia que los no iniciados en este tipo de pruebas vamos descubriendo poco a poco. Para la mayoría del grupo, es la primera vez enfrentándose a un reto así, y cada paso es una pequeña conquista.
Sabíamos que afrontar esta emblemática ruta no era tarea fácil, así que planificamos tres entrenamientos, con dos objetivos claros: conocer el medio en el que se desarrolla la prueba para no tener sorpresas y ganar forma física. Queríamos que esos entrenamientos fueran lo más reales posible, una simulación fiel de lo que nos esperaba el día de la prueba.
Para conseguirlo, contamos con una pieza clave: Geli. Siempre dispuesta, con su vehículo cargado de agua, bebida isotónica, fruta, barritas y mucha buena energía, nos acompañó en cada sesión como apoyo en los puntos establecidos de hidratación y avituallamiento. Su presencia fue un respiro en los tramos más duros y un impulso en los momentos de flaqueza.
Así, entre entrenamientos al amanecer, risas compartidas y alguna que otra duda, va tomando forma una aventura que promete mucho más que una meta: promete compañerismo, superación y, sobre todo, una historia que recordar.
Primer entrenamiento: Calvario, San Julián y Sierra Gorda
Una primera toma de contacto con los desniveles, entre miradores y fortalezas naturales. Subimos al Calvario entre risas, San Julián nos mostró su cara más salvaje y Sierra Gorda nos regaló unas vistas que recompensaron cada gota de sudor.

Segundo entrenamiento: Fajardo, Galeras y la Atalaya
Entramos en calor con Fajardo, pero Galeras ya nos puso a prueba de verdad. Culminamos en la Atalaya con un atardecer que parecía de película. Esta jornada fue clave para darnos cuenta de lo que éramos capaces de hacer… y de lo que aún teníamos que mejorar.

Tercer entrenamiento: Senda de las Columnas, Murallas de King Kong y Columbares
Una jornada intensa, larga y muy completa. Desde las Senda de las Columnas hasta las murallas de King Kong, acabando en la exigente Columbares con su imponente trepada final. Aquí fue donde muchos superaron sus propios límites. Fue el gran ensayo general, y salimos fortalecidos.

El gran día: 54 km de historia, sudor y paisajes
Y llegó el día de la Ruta de las Fortalezas. Con los nervios a flor de piel, madrugamos para estar listos a las 06:00 h. Desde la salida, Cartagena nos esperaba con su historia militar, sus cuestas legendarias y esos senderos que solo se disfrutan cuando se comparten.

Atravesamos castillos, baterías, cuarteles abandonados y caminos costeros con el mar como testigo. Cada kilómetro era un reto, pero también una celebración. Las ampollas, el calor y el cansancio fueron parte del viaje, pero nunca nos faltaron las risas ni los ánimos.
La llegada fue emocionante. Cruzar la meta después de 54 km no se explica con palabras, pero se ve en las caras, en los abrazos y en las lágrimas de alegría. Lo conseguimos. Juntos.
Una experiencia para repetir
Desde la Agrupación de Senderistas y Montañeros de la Región de Murcia, queremos felicitar a todos los socios y socias que participaron en esta gran aventura. A los que caminaron, a los que apoyaron desde fuera, y a quienes nos animaron durante el camino.
La Ruta de las Fortalezas 2025 ya forma parte de la historia de ASM, y sin duda, de nuestros corazones.
¡Y ya estamos soñando con la próxima!